A la atención de
Amaya Conde Martínez
Sra. Consejera con Delegación Especial en Museos del Cabildo de Tenerife

 

Estimada Sra. Dña. Amaya Conde Martínez

Habiendo recibido su amable y extensa respuesta a nuestra comunicación, del pasado día uno de abril del presente año dos mil quince, en relación a la “convocatoria pública de proceso participativo que permita encontrar una nueva denominación para el Museo de la Naturaleza y el Hombre”, permítame manifestarle las siguientes afirmaciones.

Primero permítame agradecerle su respuesta oficial a tal asunto, así como todas las explicaciones que del proceso nos transmite, y su predisposición a buscar una solución.

En segundo lugar, entendemos que dicha consulta debe ser consecuencia de un proceso profesional y no premisa. El proceso y técnicas para la creación del nombre de una marca es uno de los más básicos pilares de creación y/o evolución de la misma. Dicho camino, cuyo nombre más extendido es “naming” persigue encontrar la meta fruto del análisis y estudio de las diversas ramificaciones que debe sufrir dicho nombre, que es la forma más cercana de convivir con el público objetivo a través de la comunicación tipográfica, visual y auditiva.

Sin ir más lejos, dicho nombre es parte fundamental durante el proceso de registro de la marca en la Oficina Española de Patentes y Marcas (organismo dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo del Gobierno de España. En adelante, OEPM.) donde debe destacar y demostrar su singularidad visual y fonética respecto a productos idénticos o similares, siendo éste uno de los factores que dirime el registro, o no, de la misma.

En palabras de la propia OEPM en su página web informativa:

“La marca es el signo que distingue en el mercado los productos o servicios de una empresa, ya sea ésta de carácter individual o social.

La marca es un signo distintivo. Su función es la de diferenciar e individualizar en el mercado unos productos o servicios de otros productos o servicios idénticos o similares, así como identificar su origen empresarial y, en cierta manera, ser un indicador de calidad y un medio de promoción de ventas.

La marca es, pues, el signo distintivo usado por el empresario para diferenciar en el mercado sus productos o servicios de los productos o servicios de los competidores.”

 Además, según el artículo 4.1 de la Ley de Marcas (Ley 17/2001, de 7 de diciembre, aprobada en el Real Decreto 687/2002, de 12 de julio): 

"se entiende por marca todo signo susceptible de representación gráfica que sirva para distinguir en el mercado productos o servicios de una empresa de los de otras".

Pueden especialmente ser marca, y vuelvo a citar textualmente el contenido de la página web de la OEPM:

“las palabras y combinaciones de palabras. Por ejemplo, "DULCILIA" o "GRAN DULCILIA" 

las imágenes, figuras, símbolos y dibujos. Por ejemplo, logotipos, paisajes, figuras geométricas, figuras de animales 

las letras, las cifras y sus combinaciones. Por ejemplo "OEPM", "33", "OEPM 2003" 

las formas tridimensionales, entre las que se incluyen los envoltorios, envases y la forma del producto. Por ejemplo, un frasco o envase distintivo de un perfume, la forma caprichosa de una pastilla de jabón. 

los sonidos, siempre que sean susceptibles de representación gráfica, por ejemplo, mediante el pentagrama. 

cualquier combinación de los signos mencionados.

Esta enumeración es enunciativa, no limitativa. 

TIPOS DE MARCA: 

DENOMINATIVAS: las denominaciones arbitrarias o de fantasía. Las razones sociales, seudónimos y nombres propios. Las cifras, letras, etc.

GRÁFICAS: los símbolos gráficos, logotipos, dibujos, etc. 

MIXTAS: la combinación de elementos denominativos y gráficos. 

TRIDIMENSIONALES: los envases y envoltorios, la forma del producto, etc. 

SONORAS: Siempre que dichos sonidos en que consista la marca puedan ser representados gráficamente.”

 

Como verá, la denominación de una marca es parte fundamental del proceso de diseño de marca y es por ello que seguimos considerando, a pesar de su extensa y amable respuesta, que el proceso necesita de profesionales que, formados en la materia, deben acompañarles durante el mismo.

Como bien dice Vd. misma en el escrito de respuesta: 

“[…] Nuestra intención no ha sido sino la de recabar la opinión de las personas que visitan el MNH […] orientada hacia el objetivo de acercarlo a la sociedad, es primordial hoy en día, se ha considerado que el nombre que técnicamente se proponga resulte también atractivo para las personas que lo visiten.”

Dicho proceso consultivo entendemos que sí tiene cabida en el marco del proceso de cambio identitario, como consecuencia y no como premisa del mismo. La consulta para acercar la decisión al público objetivo, puede llevarse a cabo mediante encuesta pública una vez avanzado el proceso por parte de profesionales de la materia que indiquen las X propuestas que consideren más apropiadas.

De esa forma, el MNH se garantizaría que el inversión que realice en ese cambio no se vea truncada por un error que impida su registro, y los usuarios participarían del proceso.

Dicho lo cual, volvemos a ponernos a su disposición para ayudarles durante la evolución de su marca a través de los numerosos profesionales y empresas de diseño de Canarias. No cabe duda, a tenor de su amable respuesta, que no se trata de un error malintencionado si bien entendemos que el problema sigue estando latente.

Sin más, permítame despedirme atentamente.

En las Islas Canarias, a 29 de abril de 2015.-

 

Claudia Bethencourt Zubeldia
Presidenta de la Asociación de Profesionales y Empresas de Diseño de Canarias (di-Ca)